18 Mart 2016 Cuma

Introducciôn Cuâl Es El Objetivo De La Teorîa De La Evoluciôn?

Introducciôn
Cuâl Es El Objetivo De La Teorîa De La Evoluciôn?

Alguna gente que ha escuchado hablar de la "teoría de la evolución" o del "Darwinismo", puede pensar que estos conceptos solamente incumben al campo de la biología, sin ningún otro significado en su vida diaria. Este es un gran error de concepción porque mucho más que un concepto biológico, la teoría de la evolución constituye el apuntalamiento de una filosofía fraudulenta que ha influido sobre un gran número de personas.
Carlos Marx, das capitalCarlos Marx, das capital
Carlos Marx dejó en claro que la teoría de Darwin era un fundamento sólido tanto para el materialismo como para el comunismo. También exhibió su simpatía por Darwinal dedicarle "Das Capital" -el principal trabajo de Marx-,donde escribió, en la edición en alemán: De un ferviente admirador a Charles Darwin.
Se trata de la filosofía "materialista", la cual sostiene una serie de puntos de vista espurios respecto a porqué y cómo pasamos a existir los seres humanos. El materialismo sostiene que lo único que existe es la materia, la cual es la esencia de todas las cosas orgánicas e inorgánicas. Partiendo de esta premisa, niega la existencia de un Creador divino, es decir, Dios. Al reducir todo al nivel de la materia, esta noción transforma al hombre en una criatura que repara solamente en ella y se aparta de los valores morales de cualquier tipo. Este es el comienzo de grandes desastres que sobrevendrán en la vida de los seres humanos.
Los prejuicios del materialismo no se limitan solamente a los individuos. El materialismo busca abolir también los valores básicos sobre los que descansan el estado y la sociedad y generar un conjunto social insensible y sin grandeza de espíritu que preste atención solamente a lo material. De este modo ninguno de los miembros de una comunidad, puede poseer ideales como el patriotismo, el amor por el pueblo de uno, la justicia, la lealtad, la honestidad, el sacrificio, el honor o una ética correcta; el orden social establecido por esos individuos está condenado a hacerse pedazos en un corto plazo. Por dichas razones, el materialismo es una de las amenazas más serias a los valores básicos del orden social y político de la nación.
Otro gran mal del materialismo es su apuntalamiento de las ideologías divisivas y anarquistas. El comunismo, la principal de dichas ideologías, es el resultado político natural de la filosofía materialista. Buscar abolir nociones sagradas como las de estado y familia constituye la ideología fundamental de todas las formas de acciones subversivas dirigidas contra la estructura de un estado unido. La teoría de la evolución constituye el llamado fundamento científico del materialismo, del cual depende la ideología comunista. El comunismo, al tomar la teoría de la evolución como referencia, busca justificarse y presentar su ideología como cabal y correcta. A esto se debe que el fundador del comunismo, Carlos Marx, escribiera para el libro The Origin of Species (El Origen de las Especies) de Darwin --que estableció las bases para la teoría de la evolución--, lo siguiente: "este es el libro que contiene los fundamentos de la historia natural para nuestros puntos de vista." 1
Como una cuestión de hecho, las ideas materialistas de todo tipo, siendo las de Marx las principales, han colapsado totalmente debido a que la teoría de la evolución --que en realidad es un dogma del siglo XIX sobre el que se apoya el materialismo--, ha quedado absolutamente invalidada por medio de los descubrimientos de la ciencia moderna, la cual ha desaprobado y continúa desaprobando las hipótesis materialistas que no reconocen más que la materia, en tanto que demuestra que todo lo existente es el producto de lo creado por un ser superior.

Liberarse Del Prejuicio

Liberarse Del Prejuicio

La mayoría de la gente acepta como estrictamente cierto todo lo que escucha de los científicos. No se le ocurre que los mismos pueden tener también distintos prejuicios filosóficos o ideológicos. El hecho es que los científicos evolucionistas imponen a la gente sus propios prejuicios y puntos de vista filosóficos, bajo la apariencia de "ciencia". Por ejemplo, aunque son conscientes de que los sucesos azarosos no causan más que irregularidades y confusiones, pretenden que el maravilloso plan, orden y designio que se ven en el Universo y en los organismos vivientes surgen de manera casual.
dnaPor ejemplo, un biólogo se da cuenta fácilmente que en una molécula de proteína, el "ladrillo" con el que se construye la vida, hay una armonía incomprensible, sin ninguna posibilidad que sea el producto de la casualidad. Sin embargo, el evolucionista sostiene que esa proteína pasó a existir de modo casual, bajo las condiciones primitivas de la Tierra, hace miles de millones de años. Y no se detiene ahí sino que sostiene también, sin vacilar, que no solamente se formó una proteína de manera casual sino que lo hicieron millones, y luego, de forma increíble, se juntaron para crear la primera célula viva. Además, defiende ese punto de vista con una obsecada obstinación. Una persona así es lo que se llama científico "evolucionista".
Si éste se encontrase con tres ladrillos apilados mientras camina por la calle, nunca supondría que se juntaron de manera casual y que también de forma fortuita uno se puso arriba del otro. En realidad, debería considerarse insano mental a quien afirma algo así.
¿Cómo puede ser posible entonces que gente que es capaz de evaluar sucesos comunes racionalmente adopte una actitud irracional cuando llega el momento de pensar sobre su propia existencia?
No es dable sostener que se adopte esa actitud en nombre de la ciencia: la ciencia requiere que si hay dos alternativas igualmente posibles en un caso dado, se tome a las dos en consideración. Y si la probabilidad de una de las dos es muy baja, por ejemplo del 1%, entonces lo racional y científico es considerar como válida a la otra, cuya probabilidad es del 99%.
Sigamos ahora, teniendo en cuenta este fundamento científico. Respecto a cómo se originó la vida en la Tierra se pueden presentar dos puntos de vista. Uno considera que todo lo viviente fue creado por Dios en su actual estructura compleja. El otro considera que la vida tuvo lugar por medio de coincidencias azarosas, de forma inconsciente. Este segundo punto de vista es el que sostiene la teoría de la evolución.
Cuando observamos los antecedentes científicos, por ejemplo, de la biología molecular, vemos que no hay ninguna posibilidad de que una simple célula --o incluso una de las millones de proteínas presentes en la célula-- pudiese haber pasado a existir de manera casual, como pretenden los evolucionistas. Ya veremos en los capítulos que siguen que los cálculos de probabilidad también confirman esto muchas veces. Por lo tanto el parecer de los evolucionistas sobre la aparición de la vida tiene una probabilidad de ser cierta igual a cero.
Eso significa que el primer punto de vista tiene "100%" de probabilidad de ser cierto. Es decir, que la vida apareció debido a que alguien la produjo de manera consciente. Para decirlo de otro modo, fue "creada". Todo lo existente lo es por designio de un Creador elevado, superior en conocimiento, poder y sabiduría. Esta realidad no es simplemente una cuestión de convicción: es la conclusión normal a la que uno es conducido por la ciencia, la lógica y el discernimiento.
Bajo estas circunstancias, nuestros científicos "evolucionistas" deberían renunciar a su pretensión y adherir a un hecho que es tanto obvio como demostrado. Hacer otra cosa es evidenciar que se sacrifica la ciencia debido al dogma, la ideología y la filosofía que se defiende en vez de ser un verdadero científico.
La cólera, la ofuscación y los prejuicios de nuestro "científico" aumenta multiplicadamente cada vez que confronta la realidad. Esa actitud se puede explicar con una sola palabra: "fe". Pero se trata de una fe ciega, dado que no puede haber ninguna otra explicación a la falta de consideración de todos los hechos, o se trata de una devoción perpetua al ridículo escenario que construyeron en su imaginación.

Materialismo Ininteligible

La fe de la que hablamos es la fe en la filosofía materialista, la cual alega que la materia existió eternamente y que no hay nada más que materia. El llamado "fundamento científico" de la filosofía materialista es la teoría de la evolución, a la que se defiende de manera obsecada para respaldar dicha filosofía. Cuando la ciencia invalida las pretensiones de la teoría de la evolución -y este es el punto a que se ha llegado a fines del siglo XX- entonces se busca distorsionarla de modo que siga sosteniendo los conceptos de la evolución con el objeto de mantener con vida el materialismo.
michale behe
Michael Behe: Un silencio desconcertante, curioso, rodea toda la complejidad de la célula. 
Unas pocas líneas escritas por uno de los biólogos prominentes de Turquía, es un buen ejemplo que nos capacita para ver el juicio desordenado o perturbado que conduce a esa devoción ciega. Este científico discute la probabilidad de la formación por coincidencia del Citocromo-C, una de las enzimas más esenciales para la vida:
"La probabilidad de la formación de la secuencia del Citocromo-C es igual a cero. Es decir, si la vida requiere una cierta secuencia, se puede decir que tiene la probabilidad de que se lleve a cabo una vez en todo el Universo. O bien algunas fuerzas metafísicas más allá de nuestra determinación habrían actuado en su formación. Aceptar esto último no es lo apropiado para el objetivo científico. Por lo tanto tenemos que ocuparnos de la primera hipótesis."2
Este erudito encuentra "más científico" aceptar una probabilidad "igual a cero" antes que la Creación. De todos modos, de acuerdo con las normas científicas, si hay dos alternativas respecto a un hecho y si una de ellas tiene la probabilidad de llevarse a cabo "igual a cero", entonces la otra alternativa es la correcta. Pero el enfoque materialista dogmático prohibe la admisión de un Creador superior. Dicha prohibición conduce al erudito en cuestión -y a muchos ateos que creen en el mismo dogma materialista- a aceptar pretensiones totalmente contrarias a la razón.
La gente que cree y confía en esos científicos también queda sojuzgada y deslumbrada por el mismo hechizo materialista y adopta la misma psicología insensible cuando lee sus libros y notas.
Este punto de vista dogmático materialista es la razón por la que muchas personas prominentes en la comunidad científica son ateas. Quienes se autoliberan de ese deslumbramiento y esclavitud y piensan con una mente abierta, no vacilan en aceptar la existencia de un Creador. El bioquímico norteamericano Dr. Michael J. Behe, quien sostiene la teoría del "designio inteligente" --muy aceptada últimamente--, describe así a los científicos que se resisten a creer en la misma o en la "creación" de los organismos vivientes:
"En los cuatro decenios pasados, la bioquímica moderna ha descubierto los secretos de la célula. Ello ha requerido que decenas de cientos de personas dediquen la mejor parte de sus vidas al tedioso trabajo de laboratorio. El resultado de esos esfuerzos acumulados en la investigación de la célula --la investigación de la vida a nivel molecular-- resulta un estrepitoso, claro, agudo grito de "¡designio!". El resultado es tan inequívoco y tan significativo que debe ser tenido como uno de los logros más grandes en la historia de la ciencia… Por el contrario, un silencio desconcertante, curioso, rodea toda la complejidad de la célula. ¿Por qué la comunidad científica no admite con vehemencia su descubrimiento sobrecogedor? ¿Por qué la observación de una creación con un propósito o intención es tratada con tantos miramientos intelectuales? El dilema es que si a una parte del elefante se la etiqueta como creada por un designio inteligente, la otra parte debe ser etiquetada (con el nombre del creador, es decir,) Dios."3
richard dawkins

Y lo que uno ve en las revistas, en la TV y en los libros hoy día, es la prédica de los científicos evolucionistas ateos. Todas las investigaciones científicas llevadas a cabo por los mismos les demuestran la existencia de un Creador. Pero se han vuelto tan insensibles y empecinados debido a la educación materialista dogmática que absorbieron, que siguen persistiendo en la negación (de lo evidente).
La gente que rechaza constantemente los claros signos y evidencias del Creador, se vuelve totalmente necia. Atrapada por una ignorante autoconfianza provocada por su necedad, puede terminar incluso sosteniendo como virtual algo que es un absurdo. Un buen ejemplo de esto es el prominente evolucionista Richard Dawkins, quien dijo a los cristianos que no acepten los milagros, ni siquiera si ven que una estatua de la Virgen María extiende las manos hacia ellos. De acuerdo con Dawkins, "Posiblemente todos los átomos de los brazos de la estatua se mueven simultáneamente en la misma dirección, probabilidad bastante inconcebible pero posible."4
La psicología de los incrédulos ha existido a lo largo de la historia. El Corán la describe así:
Aunque hubiéramos hecho que los ángeles descendieran a ellos, aunque les hubieran hablado los muertos, aunque hubiéramos juntado antes ellos todas las cosas, no habrían creído, a menos que Dios hubiera querido. Pero la mayoría son ignorantes. (Surat Al-Anam,111)
Como lo aclara ese versículo, el pensamiento dogmático de los evolucionistas no es original ni peculiar de ellos. En realidad, lo que sostienen los científicos no es un pensamiento científico sino una ignorancia preservada desde la época de las comunidades paganas más incivilizadas.
La misma psicología se define en otro versículo del Corán:
Aún si les abriéramos una puerta del cielo y pudieran ascender a él, dirían: "Nuestra vista ha sido enturbiada nada más, o, más bien, se nos ha hechizado" (15:14-15).

Adoctrinamiento Evolucionista En Gran Escala

icons of evolution, jonathan wells
Como se indica en los versículos citados antes, una de las razones para que la gente no pueda ver las realidades de su existencia es un tipo de "hechizo" que le impide razonar. Es el mismo "encantamiento" que subyace en la aceptación mundial de la teoría de la evolución. El hechizo al que nos referimos es un condicionamiento adquirido por medio de la enseñanza o adoctrinamiento. Las personas están expuestas a un adoctrinamiento tan intenso respecto a lo correcto de la teoría de la evolución, que a menudo ni siquiera se pueden dar cuenta de la distorsión existente.
Ese adoctrinamiento crea un efecto negativo en el cerebro y anula la capacidad de juicio. El cerebro que se encuentra bajo esa situación de modo continuo, eventualmente empieza a percibir realidades no como son sino como le han sido enseñadas. Este fenómeno se puede observar en otros casos. Por ejemplo, si uno es hipnotizado y se le hace entender que la cama donde yace es un auto, después de la sesión de hipnosis sigue con esa percepción. Lo supone muy lógico y racional porque realmente lo percibe así y no duda que está en lo cierto. Ejemplos como el anterior, que exhiben la eficiencia y la fuerza del mecanismo de adoctrinamiento, son realidades científicas verificadas por incontables experimentos informados en la literatura científica y que se encuentran en los libros de texto de psicología y psiquiatría.
La teoría de la evolución y la visión del mundo materialista que se apoyan en esos conceptos, se impone sobre las multitudes de seres humanos por medio del adoctrinamiento. Quienes continuamente están absorbiendo la enseñanza de los criterios evolucionistas en los medios de comunicación, en las fuentes académicas y en los principios "científicos", no pueden darse cuenta que la aceptación de la teoría de la evolución es algo que en realidad va en contra de los principios básicos de la razón. Y los científicos también caen presa de este adoctrinamiento. Son cada vez más los jóvenes que ascienden en sus especialidades científicas adoptando la visión materialista del mundo. Encantados por ese hechizo, muchos científicos evolucionistas siguen buscando la confirmación erudita de las pretensiones irracionales y anacrónicas del siglo XIX, las cuales han sido refutadas desde entonces por las evidencias científicas.
Existen otros mecanismos adicionales que fuerzan a los científicos a ser evolucionistas materialistas. En los países occidentales, un científico tiene que observar algunas pautas para recibir reconocimiento académico, ser promovido o que sus artículos sean publicados en revistas científicas. La regla número uno es la aceptación íntegra de los criterios evolucionistas. Este sistema conduce a los científicos a que inviertan toda la vida y carreras científicas en función de la creencia dogmática.
Esta es la realidad presente detrás de la afirmación "la evolución es aún aceptada por el mundo de la ciencia". Si a la teoría de la evolución se la mantiene viva no es porque tenga valor científico sino porque es una obligación ideológica. Muy pocos de los científicos conscientes de este hecho pueden arriesgarse a señalar que el rey está desnudo.
En las demás partes de este libro revisaremos los descubrimientos de la ciencia moderna, que condujeron al colapso de la creencia evolucionista y a la exhibición de claras evidencias de la existencia de Dios. El lector será testigo de que la teoría de la evolución es en realidad un engaño puesto al descubierto por la ciencia a cada paso, pero que es sostenido para ocultar el hecho de la Creación. Es de esperar que los lectores consigan deshacerse de ese hechizo que ciega las mentes y las incapacita para juzgar, de modo que puedan reflexionar serenamente sobre lo que se dice en este libro.
Si el lector de despoja de ese encantamiento y piensa de manera clara, libre y desprejuiciada, descubrirá rápidamente la verdad cristalina. Esa verdad inevitable, demostrada también por la ciencia moderna en todos sus aspectos, es que los organismos vivientes no pasaron a existir por casualidad sino como un resultado de la Creación. El ser humano puede observar fácilmente el hecho de la Creación al considerar cómo existe él mismo, cómo paso a existir a partir de una gota de agua u observando la perfección de todo lo viviente.

Historia Sucinta De La Teoria

Historia Sucinta De La Teoria

Las raíces del pensamiento evolucionista se hunden en la antigüedad, como una creencia dogmática que intenta negar el hecho de la Creación. La mayoría de los filósofos paganos de la Grecia antigua defienden la idea de la evolución. Cuando observamos la filosofía de la historia vemos que la idea de la evolución constituye la columna vertebral de muchas filosofías paganas.
Sin embargo, no es la filosofía antigua pagana sino la fe en Dios lo que ha jugado un papel estimulante en el desarrollo de la ciencia moderna. La mayoría de las personas que encabezaron el nacimiento de la ciencia moderna creían en la existencia de Dios. Al estudiar las disciplinas correspondientes buscaban descubrir el universo que Dios ha creado y percibir Sus leyes y los pormenores de Su Creación. Cuvier, el padre de la paleontología, Linneo, el pionero de la botánica y de la zoología, Isaac Newton, a quien se considera "el más grande científico de todos los tiempos" y los astrónomos como Leonardo de Vinci, Copérnico, Keppler y Galileo, todos ellos, estudiaron las ciencias creyendo no solamente en la existencia de Dios sino también que todo el Universo pasó a existir como resultado de Su creación.5 Alberto Einstein, considerado el genio más grande de nuestra época, fue otro ferviente científico que creía en Dios: "No puedo concebir un científico genuino sin una fe profunda. Esta situación puede expresarse por medio de una imagen: la ciencia sin religión cojea".6
Uno de los fundadores de la física moderna, el físico alemán Max Planck, dijo que cualquiera que estudie la ciencia seriamente debe leer la sentencia estampada sobre la puerta del templo de la erudición: "Ten fe". La fe es un atributo esencial del científico.7
La teoría de la evolución es el resultado de la filosofía materialista que surgió a la superficie con el redespertar de antiguas filosofías materialistas y se expandió ampliamente en el siglo XIX. Como indicamos antes, el materialismo busca explicar la naturaleza por medio de factores solamente materiales. Dado que en todo momento rechaza la opción de la Creación, afirma que todo, animado o inanimado, apareció sin que haya un acto Creador sino como resultado de coincidencias que luego adquirieron la condición de "orden establecido". Sin embargo, la mente humana está estructurada de tal manera, que concibe la existencia de una voluntad organizadora donde sea que ve un orden o disposición dados. La filosofía materialista, contraria a esta característica básica de la mente humana, produjo la "teoría de la evolución" a mediados del siglo XIX.

La Imaginacion De Darwin

charles darwin, teoría de la evolución
Charles Darwin
La persona que presentó la teoría de la evolución de la manera en que es defendida hoy día, fue un naturalista aficionado inglés, llamado Charles Robert Darwin.
Éste nunca emprendió un estudio formal de la biología. Tenía solamente un interés de aficionado por la naturaleza y lo viviente; interés que lo animó a unirse a una expedición marítima en un barco llamado "HMS Beagle" que partió de Inglaterra en 1832 y viajó a distintas partes del mundo durante cinco años. El joven Darwin estaba muy impresionado por varias especies vivas, especialmente por ciertos fringilidos que vio en las Islas Galápagos. Pensaba que las variaciones en sus picos fueron causadas por la adaptación al medio. Basado en esta idea supuso que el origen de la vida y de las especies yacía en el concepto de "adaptación al medio ambiente". Según Darwin, distintas especies vivas no fueron creadas separadamente por Dios sino que más bien provenían de un ancestro común y se diferenciaron luego como resultado de las condiciones naturales (en que pasaron a vivir cada una).
La hipótesis de Darwin no se basaba en ningún descubrimiento o experimento científico. Sin embargo, con el tiempo se volvió una teoría presuntuosa gracias al apoyo e impulso que recibió de los famosos biólogos y naturalistas de esa época. La idea era que los individuos que mejor se adaptaron a su medio transfirieron las cualidades adquiridas a las generaciones subsiguientes. Luego esas cualidades se acumularon y con el tiempo transformaron a las criaturas en cuestión en especies totalmente distintas de sus ancestros (En esa época se desconocía el origen de esas "cualidades provechosas"). Según Darwin el ser humano fue el resultado más desarrollado de dicho mecanismo y denominó a ese proceso "evolución por selección natural". Pensó que había encontrado el "origen de las especies": el origen de una especie era otra especie. En 1859 publicó esos conceptos en su libro titulado "The Origin of Species, By Means of Natural Selection” (El Origen de las Especies Por medio de la Selección Natural).
Era bien consciente de que dicha teoría enfrentaba un montón de problemas, cosa que confesó en el capítulo "Dificultades de la Teoría". En principio esas dificultades se presentaban con los registros fósiles, con los órganos complejos de seres vivientes que posiblemente no se podían explicar por medio de la casualidad (por ejemplo, los ojos) y con los instintos. Darwin esperaba que esas dificultades se superarían por medio de nuevos descubrimientos. No obstante, eso no evitó que se le ocurriesen una serie de explicaciones que resultaban muy inadecuadas para otros. El físico norteamericano Lipson hizo el siguiente comentario sobre las "dificultades" de Darwin:
"Al leer 'The Origin of Species' descubrí que Darwin estaba mucho menos seguro de lo que aparentaba. El capítulo titulado 'Dificultades de la Teoría', por ejemplo, exhibe la considerable duda del autor. Como físico me intrigaron particularmente sus comentarios sobre el modo en que surgieron los ojos".8
Mientras desarrollaba esta teoría, Darwin estaba impresionado por muchos biólogos evolucionistas que le precedieron, especialmente por el francés Lamarck.9 Según éste, las criaturas vivas transferían los rasgos adquiridos en su existencia de una generación a la siguiente, evolucionando de esta manera. Por ejemplo, las jirafas se desarrollaron a partir de animales como los antílopes por la necesidad de extender cada vez más el cuello, una generación tras otra, al intentar alcanzar las ramas que los alimentaban, cada vez más altas. Darwin empleó esta tesis de "traspaso de los rasgos adquiridos", propuesta por Lamarck, como el factor que hacía evolucionar a los seres vivientes.
El Nivel Primitivo de la Ciencia y la Tecnología en la Época de Darwin
microscopio
célulaCuando Darwin presentó sus suposiciones, las disciplinas de la genética, la microbiología y la bioquímica no existían aún. Si hubiesen sido de actualidad antes que presentase su teoría, se habría dado cuenta fácilmente que su teoría era totalmente anticientífica y posiblemente no hubiera presentado esos supuestos sin sentido. La información que determina a las especies ya existe en los genes y es imposible que la selección natural produzca nuevas especies a través de la alteración de los mismos.

De la misma manera, el actual mundo de la ciencia tiene una comprensión muy somera e imperfecta de la estructura y funciones de la célula. Si Darwin hubiese tenido la posibilidad de ver la célula con un microscopio electrónico habría testimoniado la gran complejidad y la estructura extraordinaria en las organelas de la célula. Habría contemplado con sus propios ojos que un mínimo de variaciones en ese sistema tan complejo e intrincado impediría su concreción. Si hubiese conocido la biomatemáticas, se habría dado cuenta que ni siquiera una simple molécula de proteína, ni hablar de toda una célula, podría haber pasado a existir de manera casual.
microscopio electrónico
El estudio pormenorizado de la célula fue solamente posible después de la invención del microscopio electrónico. Con los microscopios primitivos de la época de Darwin solamente podía observarse la superficie exterior de la célula.
Pero tanto Darwin como Lamarck estaban equivocados porque en su época la vida no podía ser estudiada con la primitiva tecnología de entonces y en un nivel muy inadecuado. Los campos científicos como el de la genética y la bioquímica no existían ni siquiera como nombres. Por lo tanto sus teorías dependían totalmente de sus capacidades imaginativas.
Mientras retumbaban los ecos del libro de Darwin, un botánico austríaco de nombre George Mendel, descubrió las leyes de la herencia en 1865. El descubrimiento de Mendel, que no fue conocido hasta fin de ese siglo, obtuvo una gran importancia a principio del siglo siguiente y marcó el nacimiento de la ciencia genética. Poco después se descubrió la estructura de los genes y los cromosomas. El descubrimiento en el decenio de 1950 de la molécula de ADN que incorpora la información genética, arrojó la teoría de la evolución a una gran crisis. La razón era la increíble complejidad de la vida y la invalidez de los mecanismos evolucionistas propuestos por Darwin.
Esos cambios deberían haber terminado con la teoría de Darwin en el basurero de la historia. Sin embargo, no sucedió eso porque ciertos círculos insistieron en revisarla, renovarla y elevarla a un plano científico. Estos esfuerzos tienen sentido solamente cuando se comprueba que por detrás de la teoría se ubican intenciones ideológicas antes que preocupaciones científicas.

Los Esfuerzos Desesperados Del Neodarwinismo

La teoría de Darwin entró en una profunda crisis debido al descubrimiento de las leyes de la genética en el primer cuarto de este siglo. Independientemente de ello, un grupo de científicos que estaba determinado a permanecer leal a Darwin, se esforzó por presentarse con soluciones. Se encontraron en una reunión organizada por la Sociedad de Geología Norteamericana en 1941. Genetistas como G. Ledyard Stebbins y Theodosius Dobzhansky, zoólogos como Ernst Mayr y Julián Huxley, paleontólogos como George Gaylord Simpson y Glenn L. Jepsen y matemáticos genetistas como Ronald Fisher y Sewall Right, después de largas discusiones, acordaron sobre la manera de "remendar" el darwinismo.
Esos cuadros científicos se centraron en la cuestión del origen de las variaciones provechosas o útiles que supuestamente hacían que los organismos vivos evolucionen, cuestión que el propio Darwin fue incapaz de explicar, dejándola simplemente a un lado al apoyarse en Lamarck. La idea que se presentaba ahora era la de "mutaciones azarosas". A esta nueva teoría la denominaron "Teoría de la Evolución Sintética Moderna", la cual es el producto de agregar el concepto de mutación a la tesis de la selección natural de Darwin. En un corto tiempo dicha teoría pasó a ser conocida como "neodarwinismo".
En las décadas siguientes se harían desesperados intentos por demostrar (lo cierto) del neodarwinismo. Ya se sabía que las mutaciones, o "accidentes", que ocurren en los genes de los organismos vivientes eran siempre dañinos. Los neodarwinistas intentaron establecer un caso de "mutación útil" por medio de miles de experimentos. Todos ellos finalizaron en un completo fracaso.
Buscaron probar que los primeros organismos vivientes podían haberse originado por casualidad bajo las condiciones terrestres primitivas propuestas por la teoría, pero también dichos experimentos culminaron en el fracaso. La frustración era el resultado de todos los ensayos que intentaban demostrar que la vida pudo generarse por casualidad. Los cálculos de probabilidad demostraban que ni siquiera pudo haberse formado por casualidad una sola proteína, el "ladrillo" con el que se edifica la vida. Y la célula --que supuestamente emergió por casualidad bajo las condiciones terrestres primitivas no controladas, según los evolucionistas-- no pudo ser sintetizada ni siquiera por los laboratorios más sofisticados del siglo XX.
La teoría neodarwinista también es derrotada por los registros fósiles. Nunca se ha encontrado en ninguna parte del mundo alguna "forma transitoria" que supuestamente podría exhibir la evolución gradual de los organismos vivos -de especies primitivas o avanzadas- como pretendían los neodarwinistas. Al mismo tiempo, la anatomía comparada revelaba que las especies que se supuso evolucionaron una de otra, en realidad tenían rasgos anatómicos distintos y que nunca pudieron ser ancestros o descendientes una de la otra.
Sucede que el neodarwinismo, de ninguna manera, fue una teoría científica. Sí fue un dogma ideológico, por no decir una especie de "religión". A esto se debe que los paladines de la teoría de la evolución aún lo siguen defendiendo a pesar de todas las evidencias en contrario. Sin embargo, una cosa en la que no se pueden poner de acuerdo es cuál de los distintos modelos propuestos para que se lleve a cabo la evolución es el "correcto". Uno de los más importantes es el escenario fantástico conocido como "equilibrio puntuado".

Prueba Y Error: Equilibrio Puntuado

La mayoría de los científicos que creen en la evolución aceptan la teoría neodarwinista de una evolución lenta y gradual. En las décadas recientes, sin embargo, se ha propuesto un modelo distinto, llamado "equilibrio puntuado", y se rechaza la idea darwinista de una evolución acumulativa, paso a paso, al sostenerse que la misma tuvo lugar por medio de "saltos" grandes, discontinuos.
Los primeros defensores vocingleros de esta idea aparecieron a comienzos del decenio de 1970. Dos paleontólogos norteamericanos, Niles Eldredges y Stephen Jay Gould, eran bien conscientes de que las pretensiones de la teoría neodarwinista eran absolutamente refutadas por los registros fósiles. Éstos probaban que los organismos vivos no se originaron por evolución gradual sino que aparecieron repentinamente y totalmente formados. Los neodarwinistas vivieron y viven con la acariciada esperanza de que las formas transitorias perdidas serán encontradas algún día. Aunque Eldredges y Gould comprobaron que era una esperanza sin fundamentos, de todos modos fueron incapaces de abandonar el dogma de la evolución, por lo que presentaron un nuevo modelo: el equilibrio puntuado. Es decir, sostienen que la evolución no tiene lugar como resultado de pequeñas variaciones sino, más bien, por medio de cambios grandes y repentinos.
Ernst Mayr, teoría de la evoluciónTheodosius Dobzhansky, teoría de la evoluciónJulian Huxley, teoría de la evoluciónJulian Huxley, teoría de la evoluciónJulian Huxley, teoría de la evolución
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Hoy día cientos de científicos de todo el mundo, especialmente de Norteamérica y de Europa, rebaten la teoría de la evolución y han publicado muchos libros sobre la invalidez de la misma.
Se trataba de un modelo nada más que fantasioso, caprichoso. Por ejemplo, el paleontólogo europeo O. H. Shindewolf, quien preparó el camino a Eldredges y Gould, sostenía que el primer pájaro provino de un huevo de reptil, como resultado de una "mutación importante", es decir como resultado de un "gran accidente" en la estructura genética.10 De acuerdo con la misma teoría, algunos animales terrestres pudieron haberse convertido en ballenas gigantes al sufrir una transformación total y repentina. ¡Esos supuestos que contradicen totalmente las normas de la genética, de la biofísica y de la bioquímica, son tan científicos como los cuentos de hadas que hacen que las ranas se conviertan en princesas! No obstante, dada la crisis que sufría la afirmación neodarwinista, algunos paleontólogos evolucionistas abrazaron esta teoría que se distinguía por ser incluso más grotesca que el propio neodarwinismo.
El único propósito de este modelo era proveer una explicación a los vacíos existentes en los registros fósiles que el modelo neodarwinista no podía explicar. Sin embargo, es muy difícil intentar explicar racionalmente dicho vacío en la evolución de los pájaros alegando que "un pájaro surgió totalmente formado y repentinamente de un huevo de reptil", porque según los propios evolucionistas la evolución de una especie a otra requiere un cambio grande y adecuado en la información genética. Además, ningún tipo de mutación mejora la información genética o agrega otra nueva. Las mutaciones solamente desordenan, trastornan la información genética. Por lo tanto, las "grandes mutaciones" imaginadas por el modelo del equilibrio puntuado provocarían solamente "grandes" o "gruesas" disminuciones y perjuicios en la información genética.
Por otra parte, el modelo de "equilibrio puntuado" colapsa desde el primer paso por su incapacidad para aplicarse a la cuestión del origen de la vida, cuestión que también refuta el modelo neodarwinista desde el principio. Dado que ni siquiera una simple proteína pudo haberse originado por casualidad, resulta sin sentido el debate sobre si organismos constituidos por trillones de esas proteínas han sufrido una evolución "gradual" o "puntuada".
A pesar de esto, el modelo que se nos viene a la mente cuando se presenta la cuestión de la "evolución" es aún el neodarwinista. En los capítulos que siguen examinaremos primero dos mecanismos imaginarios del modelo neodarwinista y luego veremos los registros fósiles para someterlos a prueba. Después de eso trataremos la cuestión del origen de la vida, con lo que se invalida tanto el modelo neodarwinista como todos los otros modelos evolucionistas y, entre ellos, el de "la evolución por saltos".
Antes de entrar en esos temas puede ser provechoso recordar al lector que lo que estamos confrontando en cada etapa es que el escenario evolucionista es un cuento de hadas, un gran engaño en desavenencia total con el mundo real. Es un escenario que fue usado durante 140 años para engañar a los habitantes del planeta. Gracias a los últimos descubrimientos científicos se ha vuelto imposible seguir defendiéndolo.
El Racismo de Darwin

El Racismo de Darwin
Uno de los aspectos más importantes y no obstante menos conocido de Darwin es su racismo: consideraba a los europeos blancos más "avanzados" que otras razas humanas. En tanto presuponía que el ser humano evolucionó a partir de criaturas parecidas a los monos, barruntó que algunas razas se desarrollaron más que otras y que las últimas aún tenían rasgos de simios. En su libro "La Descendencia del Hombre", el cual publicado después de "El Origen de las Especies", comentó descaradamente "las mayores diferencias entre los seres humanos de razas distintas"(1).
Darwin sostiene allí que los negros y los aborígenes australianos son iguales a los gorilas y luego infirió que los mismos, con el tiempo, deberían ser "hechos a un lado" por las "razas civilizadas". Dijo: "En un futuro, no muy distante como para medirlo en siglos, las razas humanas civilizadas, seguramente, exterminarán y reemplazarán a las razas salvajes en todo el mundo. Sin duda…, al mismo tiempo serán exterminados los monos antropomorfos. Podemos esperar que exista un hombre civilizado -- incluso más que el caucásico-- cuya diferencia con un mono ta inferior como el mandril sea mayor a la que existe entre el negro o el australiano y el gorila"(2).

El Racismo de DarwinEl Racismo de Darwin
Las disparatadas ideas de Darwin no fueron solamente teorizadas sino llevadas también a una posición que proveyeron los más importantes "fundamentos científicos" al racismo. Suponiendo que los seres vivientes evolucionaron en la lucha por la vida, el Darwinismo fue adaptado a las ciencias sociales y se convirtió en una concepción que pasó a ser llamada "Darwinismo Social".

1 Benjamin Farrington, What Darwin Really Said. London: Sphere Books, 1971, ss.54-56
2 Charles Darwin, The Descent of Man, 2, baskı, New York: A L. Burt Co., 1874, s. 178

Mecanismos Imaginarios De La Evoluciôn

Mecanismos Imaginarios De La Evoluciôn

El modelo Neodarwinista, el cual tomamos como la "corriente principal" de la teoría de la evolución actualmente, argumenta que la vida ha evolucionado a través de dos mecanismos naturales: la "selección natural" y la "mutación". La afirmación básica de la teoría es la siguiente: la selección natural y la mutación son dos mecanismos complementarios. El origen de las modificaciones en la evolución está en las mutaciones azarosas que tienen lugar en la estructura genética de lo viviente. Los rasgos producidos por las mutaciones son escogidos por medio del mecanismo de selección natural y en consecuencia lo viviente evoluciona.
Cuanto más indagamos en esta teoría encontramos que dicho mecanismo de evolución no existe en absoluto porque ni la selección natural ni las mutaciones brindan ningún elemento en favor del supuesto de que las distintas especies han evolucionado y se han transformado una a partir de otra.

La Seleccion Natural

Como proceso de la naturaleza, la selección natural era familiar para los biólogos anteriores a Darwin, quienes la definieron como "un mecanismo que mantiene a las especies inalterables sin que sean corrompidas". Darwin fue la primera persona en afirmar que este proceso tenía capacidad evolutiva y después montó su teoría sobre ese fundamento. El nombre que le dio a su libro indica que la selección natural era la base de la teoría: The Origin of Species, by means of Natural Selection (El Origen de las Especies Por Medio de la Selección Natural).
Sin embargo, desde la época de Darwin no ha habido una simple pizca de evidencia que muestre que la selección natural hace que lo viviente evolucione. Colin Patterson, paleontólogo y decano del Museo de Historia Natural de Inglaterra, quien, entre paréntesis, es un evolucionista prominente, enfatiza que nunca se ha observado que la selección natural tenga la facultad de hacer que las cosas evolucionen:
"Nadie ha producido jamás una especie por medio de los mecanismos de selección natural. Nadie se ha acercado nunca a ello, en tanto que la mayoría de los actuales argumentos de los neodarwinistas se ocupan de esta cuestión."11
La selección natural sostiene que lo viviente que más se adecue a las condiciones naturales del lugar donde vive será lo que prevalezca por medio de su descendencia, mientras que lo viviente que sea inepto desaparecerá. Por ejemplo, en una manada de ciervos amenazada por animales carniceros es natural que sobreviva el que corre más rápido. Eso es cierto. Pero independientemente de lo dilatado que sea ese proceso, no transformará al ciervo en otra especie viviente. El ciervo será siempre ciervo.
Cuando prestamos atención a los pocos incidentes que los evolucionistas han presentado como ejemplos observados de selección natural, nos damos cuenta que no se trata sino de un simple intento de engaño.

Las Mariposas De La Revolucion Industrial

Douglas Futuyma publicó en 1986 el libro The Biology of Evolution "La Biología de la Evolución", el cual se acepta como una de las fuentes que explica la teoría de la evolución por medio de la selección natural de la manera más explícita. El más famoso de los ejemplos al respecto se refiere al color de las poblaciones de mariposas, las cuales parecían tornarse oscuras durante la Revolución Industrial en Inglaterra.
Las Mariposas De La Revolucion Industrial
El ejemplo de las polillas de la Revolución Industrial es presentado como la mayor evidencia a favor de la evolución por selección natural. Sin embargo, la evolución esté fuera de lugar en este ejemplo, ya que no se formó ninguna especie nueva de polilla. A la izquierda figuran árboles y polillas de la época anterior a la Revolución Industrial; mientras que a la derecha figuran las de la época posterior a la Revolución Industrial.
De acuerdo con la narración, en los albores de esa Revolución, el color de la corteza de los árboles cerca de Manchester era totalmente claro. Debido a eso las mariposas de color oscuro que se apoyaban en esos árboles podían ser fácilmente distinguidas por los pájaros que se alimentaban de ellas y por lo tanto tenían muy poca probabilidad de sobrevivir. Cincuenta años más tarde, como resultado de la polución, las cortezas de los árboles se oscurecieron y entonces las mariposas de color claro resultaban ser las más cazadas. En consecuencia, decreció el número de estas últimas y aumentó el de las de color oscuro puesto que no eran fácilmente visualizadas. Los evolucionistas usaron esto como una gran evidencia de su teoría. Además justificaban lo que decían por medio de mostrar como las mariposas de color claro "evolucionaban" y pasaban a ser oscuras.
De todos modos debería quedar totalmente claro que esa situación no puede ser usada de ninguna manera como una evidencia de la teoría de la evolución, porque la selección natural no dio lugar a la aparición de una nueva forma que no existía antes. Las mariposas de color oscuro ya existían antes de la Revolución Industrial. Lo único que se modificó es la parte proporcional de cada una en la población general. Las mariposas no adquirieron nuevos rasgos u órganos, lo cual llevaría a "modificaciones en la especie". Con el objeto de que una mariposa se transforme en otra especie viva, por ejemplo en un pájaro, los genes tendrían que experimentar agregados. Es decir, tendría que haber cargado o agregado otro programa genético completo que incluya la información acerca de los rasgos físicos del pájaro.
En resumen, la selección natural no tiene la capacidad de agregar un órgano nuevo a un organismo viviente, de sacar un órgano existente o de transformar al organismo en cuestión en otro, lo cual se opone totalmente a la imagen que evocan los evolucionistas. La "mayor" evidencia presentada desde la época de Darwin no ha podido ir más allá que el de las mariposas de Inglaterra.

¿Puede La Seleccion Natural Explicar La Complejidad?

La selección natural no contribuye en nada a la teoría de la evolución porque nunca puede aumentar o mejorar la información genética de una especie. Tampoco puede transformar una especie en otra: una estrella de mar en un pez, un pez en una rana, una rana en un cocodrilo o un cocodrilo en un pájaro. El mayor defensor del equilibrio puntuado, Gould, se refiere a esta discordancia insuperable de la selección natural:
La esencia del darwinismo yace en una sola frase: la selección natural es la fuerza creativa del cambio evolutivo. Nadie niega que la selección natural jugará su papel para eliminar lo inepto. (Pero) las teorías darwinistas requieren que también origine lo conveniente."12
Otro de los métodos engañosos que también emplean los evolucionistas en la cuestión de la selección natural, es presentar este mecanismo como si estuviese obrando un diseñador consciente. Sin embargo, la selección natural no posee ningún tipo de consciencia. No posee voluntad para decidir qué es bueno y qué es malo para lo viviente. En consecuencia, la selección natural no puede explicar los sistemas biológicos y los órganos que tienen el carácter de "complejidad irreductible". Esos sistemas y órganos se componen por la cooperación de un gran número de partes y no sirven para nada si una de esas partes se pierde o resulta defectuosa (por ejemplo, el ojo humano no funciona a menos que su constitución abarque todos los detalles que lo hacen apto para la visión).Por lo tanto, la voluntad que reúne todas las partes del caso debería ser capaz de imaginarse el futuro anticipadamente y apuntar directamente al beneficio que tiene que ser adquirido en la última etapa. Dado que el mecanismo de selección natural no posee ninguna consciencia o voluntad, no puede hacer nada de eso. Este hecho, que también demuele los fundamentos de la teoría de la evolución, atormentó asimismo a Darwin: "Si podría demostrarse que existió algún órgano complejo, el cual, quizá, no se habría formado por medio de numerosas, sucesivas y lentas modificaciones, mi teoría se derrumbaría absolutamente."13
La selección natural solamente separa los individuos deformes, débiles o ineptos de una especie. No puede producir especies nuevas, información genética nueva u órganos nuevos. Es decir, no puede hacer que algo evolucione. Darwin aceptó esta realidad diciendo: "La selección natural no puede hacer nada hasta que ocurran fortuitamente las variaciones favorables."14 A esto se debe que los neodarwinistas hayan tenido que presentar a las mutaciones, contiguas a la selección natural, como "la causa de los cambios benéficos". Sin embargo, como veremos, las mutaciones pueden ser solamente "la causa de cambios dañinos".

Las Mutaciones

Las mutaciones son definidas como substituciones o rupturas que tienen lugar en la molécula de ADN, la cual se encuentra en el núcleo de la célula de un organismo viviente y contiene toda la información genética. Estas substituciones o rupturas son el resultado de efectos externos tales como la acción química o la radiación. Cada mutación es un "accidente" que daña los nucleótidos que componen el ADN o cambia su ubicación. La mayoría de las veces provoca tantos daños y modificaciones que la célula no puede repararlos.
La mutación, a la cual los evolucionistas frecuentemente ocultan, no es una varita mágica que transforma los órganos vivos en una forma más perfecta y avanzada. El efecto directo de las mutaciones es dañino. Los cambios efectuados por las mutaciones pueden parecerse solamente a los experimentados por el pueblo de Hiroshima, Nagasaki y Chernobyl, es decir, a la muerte, a la invalidez y al aborto de la naturaleza….
Mutaciones
 
OJO
 
ANTENA
 
PIERNA
 
MUTANTE
MUTACIONES: SIEMPRE DAÑINAS
Izquierda: Una mosca de la fruta (drosofila) normal. Derecha: Una mosca de la fruta con las patas saliéndole por la cabeza; una mutación inducida por radiación.
La razón para esto es muy simple: el ADN tiene una estructura muy compleja y los efectos azarosos pueden provocar solamente daño a dicha estructura. Dice B.G. Ranganathan:
Las mutaciones son pequeñas, azarosas y dañinas. Ocurren raramente y lo más posible es que sean ineficaces. Estas cuatro características de las mutaciones implican que no pueden llevar a un desarrollo evolutivo. Un cambio fortuito en un reloj no puede mejorarlo. Lo más probable es que lo dañe o que, en el mejor de los casos, no lo afecte. Un terremoto no mejora a la ciudad que golpea sino que provoca su destrucción."15
No debe sorprender que hasta ahora no se haya observado ninguna mutación provechosa. Todas las mutaciones demostraron ser perjudiciales. El científico evolucionista Warren Weaver comenta el informe preparado por el Comité sobre Efectos Genéticos de la Radiación Atómica, el cual se constituyó para investigar las mutaciones que pudieron haber sido causadas por las armas nucleares en la II Guerra Mundial:
Muchos estarán confundidos por la manifestación de que prácticamente todos los genes mutantes conocidos son dañinos, porque las mutaciones son una parte necesaria del proceso de evolución. ¿Cómo las mutaciones pueden producir un buen efecto --la evolución hacia una forma de vida superior-- cuando prácticamente todas ellas son dañinas?"16
Chermovyl, Mutaciones
Algunos efectos desastrosos de mutaciones en el cuerpo humano. El niño que aparece en del extremo izquierdo es una víctima de Chermovyl.
Todos los esfuerzos por "generar una mutación provechosa" terminaron en el fracaso. Durante decenios los evolucionistas llevaron a cabo muchos experimentos para producir mutaciones en las moscas de la fruta, dado que esos insectos se reproducen muy rápidamente y entonces se puede observar la mutación de inmediato. Fueron mutadas una generación de moscas tras otra pero nunca se observó ningún provecho. El genetista evolucionista Gordon Taylor escribe:
En las miles de moscas producidas por medio de los experimentos llevados a cabo en todo el mundo durante más de cincuenta años, nunca se ha visto que aparezca una especie nueva… o incluso una enzima nueva."17
Otro investigador, Michael Pitman, comenta sobre el fracaso de los experimentos llevados a cabo con las moscas de la fruta:
Morgan, Goldschmit, Muller y otros genetistas han sometido varias generaciones de moscas de la fruta a condiciones extremas de calor, frío, luz, oscuridad y a tratamientos químicos y de radiación. Se produjeron todo tipo de mutaciones, triviales o positivamente nocivas. ¿Se trata de una evolución fabricada por el hombre? Realmente no. Pocos de esos monstruos producidos por los genetistas podrían haber sobrevivido fuera de las probetas en donde se empollaron. En la práctica, los mutantes mueren, son estériles o revierten al tipo silvestre."18
Eso mismo se presenta como cierto para los seres humanos. Todas las mutaciones que se observan en los seres humanos tienen resultados nocivos. Los evolucionistas arrojan una cortina de humo sobre esta cuestión e intentan mostrar algunas de esa mutaciones nocivas como "evidencias de la evolución". Todas las mutaciones que tienen lugar en los humanos resultan en deformaciones físicas, en enfermedades como el mongolismo, el síndrome de Down, el albinismo o el cretinismo. Estas mutaciones se presentan en los libros de texto de los evolucionistas como ejemplos de "los mecanismos de la evolución en operación". Ni hace falta decir que un proceso que deja a la gente incapacitada o enferma no puede ser un "mecanismo de la evolución", en tanto se entienda ésta como productora de formas mejores y más aptas para la vida.
Damos como resumen las tres razones principales por las que las mutaciones no pueden ser puestas al servicio de las afirmaciones de los evolucionistas:
  • El efecto directo de las mutaciones es dañino. Dado que casi siempre ocurren de manera fortuita, casi siempre dañan a los organismos vivos que las producen. La razón nos dice que la intervención inconsciente sobre una estructura compleja y perfecta no la mejorará sino que la deteriorará. En realidad nunca se observó una "mutación provechosa".
  • Las mutaciones no agregan ninguna información al ADN del organismo. Las partículas que constituyen la información genética son separadas de sus lugares naturales, destruidas o llevadas a otros lugares. Las mutaciones no pueden hacer que algo vivo adquiera un órgano nuevo o un rasgo nuevo. Solamente provocan anormalidades, como sería una pierna adherida a la espalda o un oído ubicado en el abdomen.
  • Para que una mutación sea transferida a la generación subsiguiente tiene que haber tenido lugar en las células reproductoras del organismo. Un cambio fortuito que ocurre en cualquier célula u órgano del cuerpo no puede ser transferido a la nueva generación. Por ejemplo, un ojo humano alterado por los efectos de la radiación o por otras causas, no pasará como rasgo a las generaciones venideras.
En síntesis, es imposible que los seres vivos hayan evolucionado porque en la naturaleza no existe ningún mecanismo que los lleve a la evolución. Esto concuerda con las evidencias de los registros fósiles, lo cual demuestra que dicho escenario está muy apartado de la realidad.